El fuego proporciono muchas ventajas a nuestros antepasados, ya que les permitió para alumbrarse en las horas más oscuras, de modo que no dependían exclusivamente de la luz del día para sus actividades. También les permitía protegerse de los animales e incluso provocar estampidas en sus cacerías.
Otra ventaja muy importante fue poder cocinar los alimentos, ahumarlos para que durasen más tiempo y preparar infusiones con plantas medicinales. Además, el calor del fuego mejoró mucho sus condiciones de vida, especialmente durante el invierno.
Con el paso del tiempo, también se empezó a usar el fuego para endurecer las puntas de los palo, las astas de ciervos y hasta la piedra, haciéndolos mucho más resistentes, llegando a calentar los metales para producir nuevas herramientas y a cocer la tierra para obtener vasijas y recipientes.
Parece que el fuego se merece que le hagamos todo un homenaje en nuestro cuaderno, con un fuego muy grande (podemos pintar, usar papeles de colores, etc.), y no olvides escribir todas estas ventajas de las que hemos hablado.
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